Un estudio publicado hace unos días, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, relaciona el fin de la dinastía de los Habsburgo españoles, la familia real que durante los siglos XVI y XVII gobernó los destinos de España... y de medio mundo, con la alta consanguinidad producida por el gran número de matrimonios concertados entre miembros de la misma.
Felipe I y Juana I de Castilla dan origen a una nueva familia real con su llegada al trono de Castilla en 1506. Sus descendientes reinarán en España hasta 1700, año en el que muere Carlos II sin descendencia, dando lugar a la Guerra de Sucesión española que culminaría con la entronización de la famila francesa de Borbón, actualmente reinante.
Carlos II recibió el apodo de "El hechizado" dada la enorme cantidad de defectos físicos que padecía:
- raquitismoTras una durísima existencia murió con 39 años, con el aspecto de un verdadero anciano. El texto de su autopsia es acongojante:
- cabeza anormalmente grande
- impotencia sexual
- eyaculación precoz
- sangre en la orina
- esporádicos episodios de diarrea
- vómitos frecuentes
- edemas en los pies, piernas, abdomen y cara
- aprendió a hablar con cuatro años y a caminar con ocho
- era abúlico
- se casó dos veces pero no obtuvo desdendencia
"No tenía el cadáver ni una gota de sangre, el corazón aparece del tamaño de un grano de pimienta; los pulmones corroídos; los intestinos putrefactos y gangrenados; en el riñón tres grandes cálculos, un solo testículo, negro como el carbón, y la cabeza llena de agua".Los historiadores han querido ver en la costumbre de los matrimonios consanguíneos el origen de los problemas de Carlos II. El hispanista británico John Lynch, especializado en los Austrias hispanos, afirma que
"Carlos II fue la última, la más degenerada y la más patética víctima de la endogamia de los Habsburgo".
Viendo el anterior diagrama se observa cómo fue habitual el matrimonio entre parientes: Felipe II y Felipe IV que se casaron con sus sobrinas serían un buen ejemplo. Los datos muestran cómo en los dos siglos que duró la dinastía se produjeron 11 matrimonios consanguíneos.
El hecho de que la alta tasa de consanguinidad del último rey Habsburgo español tenga que ver con su frágil salud se ve apoyado por las dos enfermedades genéticas recesivas (que solo se expresan cuando el individuo hereda simultáneamente un alelo para la misma de cada uno de sus padres, un hecho que se ve incrementado por la consanguinidad) que al parecer el monarca padeció. Una de ellas era la deficiencia múltiple de hormonas hipofisarias. La otra enfermedad, acidosis renal tubular distal, está producida por la secreción excesiva de ácido en el riñon.
Ahora les toca a los Borbones. Quiero decir, les toca que alguien les someta a estudio...
2 comentarios:
Hombre, así por encima:
- Fernando VII se casó dos veces con sobrinas suyas y de una de ellas (María Cristina de Borbón-Dos Sicilias) nació Isabel II.
- Isabel II se casó con un primo hermano (Francisco de Asís de Borbón) y nació Alfonso XII
- Alfonso XII se casó con una prima hermana (María de las Mercedes de Orleans), pero con ella no tuvo descendencia (uy...)
- Juan de Borbón se casó con María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias, una prima suya (no sé si prima hermana o más lejana).
Habría que analizar mejor otros cruces.
Vamos, que parece que no llega al caso de los Austria, pero déjalos correr, también.
Claro, por algo son "Borbón y Borbón". Ahora se entienden muchas cosas...
Tanto alelo, tanto alelo, y acaban "alelaos".
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