Tenemos los sueldos más bajos de Europa y casi todo lo gastamos en tener un sitio donde dormir y otros imprescindibles: alimentación, vestido y calzado, muebles y equipamiento.
Y ahora resulta que un estudio sobre la cesta de la compra en Europa ha revelado que los precios del pan y los cereales son en España un 12% superiores a la media de la UE, y más caros que en otros países europeos con un nivel de vida mucho más alto, como es el caso de Alemania (cuatro puntos porcentuales menos que en España), Francia (nueve menos), Italia (tres menos), Holanda (23 puntos menos) o el Reino Unido (nueve menos).
Los precios de la leche, el queso y los huevos también son comparativamente caros en España: solo el 4% por debajo de la media de la UE y superiores en 16 puntos a los de Holanda y nueve puntos más caros que en Alemania.
Los precios españoles de los aceites y las grasas también son comparativamente caros, según el estudio: un 11% por debajo de la media europea, un punto porcentual por encima de Alemania y 23 puntos más caros que en Holanda.
Los precios españoles de la fruta y la verdura son un 5% inferiores a la media europea, pero el informe revela algún tipo de problema inflacionista en el proceso comercial, porque a pesar de ser un productor nato de frutas y hortalizas, sus precios son seis puntos porcentuales más baratos en Holanda. El mismo problema se produce con las bebidas no alcohólicas, un 13% más baratas que la media europea, pero cuatro puntos porcentuales más caras que en Francia u Holanda.
Afortunadamente, el tabaco cuesta un 36% menos que la media de la UE y las bebidas alcohólicas son también un 19% más baratas, uno de los factores de atracción del turismo, ya que cuenta con precios más bajos que sus competidores mediterráneos: Francia, Italia, Grecie e incluso Croacia.
Es de agradecer porque, de esta manera, tenemos más fácil el suicidio (individual y colectivo), por si esta noticia nos hace reflexionar.
Sin entrar ya en la discusión de que la calidad de los alimentos cada vez es peor (al menos en los mercados de España, otra cosa son los hoteles y restaurantes), ¿a dónde va a parar todo este dinero que no cobramos o que pagamos de más por todo? Espero que no sólo se esté utilizando en traer agua del río Jordán.
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